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La Guardia Civil ya ha detenido a varios de los presuntos implicados en la salvaje paliza
Ezequiel, el joven jerezano de 20 años que fue brutalmente agredido el pasado sábado, explicó ayer a este periódico que su caso “no fue una pelea; fue un linchamiento. Todo el pueblo se me echó encima y me tiraron al suelo para darme de patadas”. El afectado sigue ingresado en planta del hospital de Jerez (a donde fue trasladado en ambulancia) y experimenta, dijo él mismo, una buena evolución pero “me duele todo. Hoy cuando me he despertado me he cabreado mucho recordando lo que pasó en El Torno”.
Ezequiel reconoció ayer que “me fui a orinar a un árbol —no junto en una casa, como dicen en el pueblo— y un chaval empezó a echárselo en cara. Le dije quillo, que no puedo más, que no soy un guarro, pero es que no puedo más”. Ambos mantuvieron una porfía y el propio Ezequiel le dio un puñetazo. El otro joven avisó a sus amigos que se echaron encima de Ezequiel y le propinaron la paliza. “Menos mal que no emplearon navajas, sino no lo cuenta”, aseveró ayer Chari, madre del joven hospitalizado.
La familia agregó en el hospital que “nosotros sólo queremos que se haga Justicia. Que los culpables paguen por ello y que esto no se vuelva a repetir con nadie. No queremos sacar dinero de este asunto, sólo que Ezequiel se recupere porque está muy tocado psicológicamente. Y que las autoridades tomen buena nota del asunto y que lleven suficientes guardias cuando haya Ferias en los pueblos”.
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